lunes, 20 de septiembre de 2010

Cuando dejó de ser "mujer", para hacerse "ella".

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     Penelopé miró detenidamente por unos segundos su bolso de piel marrón, no vaciló un minuto más.
Algo le dijo que ya no era domingo...




     Hasta las fiestas patrias, al parecer, le habían pasado por el costado y no se enteró.  Asi que, decidió dejar la estación,recogió en la farmacia más cercana las pastillas para dormir de la estrellita verde, que secretamente su amiga de antaño le tenía ofrecidas y  reservadas en exclusividad - sin receta, claro-  .


    Llegó a casa, y lo primero que lanzó lejos fue esos incómodos tacos que tanto le fastidiaban... se dirigió al botiquín del baño por unos cuantos " parches curitas ". Los dejó al costado y tomó, ansiosa,  el baño de tina más extasioso y pleno de toda su vida.




Tendida y cómoda en su lecho, luego... bebió el último vaso de agua fría.

Ingerió tres a la vez, sin dudar.

Antes de dormir, recordó que había perdido en algún lugar su abanico...

Morfeo ya se había hecho presente; asi que dió, nuevamente, lo mismo.


Radiantemente, y con una motivación nunca antes sentida, despertó dos días después,y comenzó a vivir...


Dicen que fue la mujer más feliz de sus tierras; la mejor artista, bailarina, escritora y cantante.
Su capacidad de amar era innata; e irradiaba amor como lo atraía un mismo imán.
No se desilucionó nunca más de nadie, porque nunca más espero.




Penelopé, escribió algunas cartas en su bitacora a tal "caminante"; como terapia, y le olvidó.

No fue más dificil que otras veces...ni menos especial.




     Fue la primera mujer independiente de su familia, la de los ojos más alegres, y quién tenía la caballera más radiante y llamativa ( debe haber sido la incidencia de tanta hormona de "felicidad y placer" )... sólo por amor propio, y a quienes siempre le amaron.


  Tiempo después un hombre calvo y con tatuajes, preguntó por "Pe".  

- ¿Dice "Pe"?

- Si, ¿alguien ha visto a "Pe"?

- Lo siento, Señor. Creo que está en el lugar equivocado. Aquí hay sólo alguien que podría ser, pero no creo que quiera recibir visitas, no frecuenta gente que no conoce desde hace varios años. Tendría que llamarla o escribirle, previamente....






   Efectivamente, físicamente no era la misma mujer. Él buscaba a la niña que esperó y dió mucho por él; ahora, era la mujer que amaba su soledad más que cualquier sueño de amor incondicional no existente, no creíble, no esperable.



    "Pe", era la misma cabellera de fuegos que él recordaba, pero cerró el baúl de los recuerdos con un candado, y perdió la llave. Probablemente, bajo el mismo sauce en que tanto le esperó y escribió.



    El hombre calvo... pensó en buscarla de nuevo, dicen. Pero, no sabemos si fue más cobardía, como la de tantos años, o quiso seguir amando sus infantes sueños "cristianos".  




      En aquellos tiempos, una mujer muy inteligente, osada, y suspicaz sólo opacaría a un valiente hombre de aquellos aventureros; quizás prefirió volver a su pueblo y formar familia con alguien que no le opacara su plenitud pensante, algo más calmo, menos aventurero, más habitual.... 

Eso nunca lo sabremos...

La banca verde aún sigue donde mismo, y nadie se ha vuelto a sentar en ella. 










Efrit. 































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