jueves, 25 de febrero de 2010

...Voy a odiarte hasta que me ames; para que me ames hasta odiarte....

    No podía ser diferente.

    Me tenía que gustar el más insoluble, el más denso, y poco matizado de los seres rondantes de este sector.
Ese que me mira con un "te quiero", y me dice "ándate..."; ese que puedo tocar solo con mis ojos, porque no me permitiría bajarlo de su grado de platonismo.

    ¡Ese mísmisimo que estás pensando!

     Es como cuando se mueven esas ojitas de afuera con el otoñal verano que sentimos; está fuera de lugar completamente. Pero, ahí está. Inamovible y perfecto, fiel a mis ideales y a mis recuerdos. Digno, errante y discreto; de palabra sátiras y no muy cuerdo. Moreno de ojos penetrantes y sugerentes, para nada escueto a mis intereses. Es cuento aquel que dice quererme, verme sufrir es lo que más le complace. Le nacen a diario miles de frases que no hacen más que destruír mi ego y confiarme en un "más adelante...".

    Fugaz para mis ojos, extremo para mis sentimientos, eterno para mi mente. Que suelte su lápiz y me embobe una y otra, y otra vez más. Es constantemente cambiante de artimañas y anomalías; es libre y preso...como su subconciente y su otro él. ¡ Tan perpicaz y sugestivo !.

   A mi, me produce una sensación de bienestar intránquilo. De ánsias de un futuro con sorpresas en nuestros caminos; si vamos por la misma calle para llegar a cualquier destino. Elijo, entonces, purificar sus labios con azucenas de otros jardines. ¿Dejemos lo coloquial y envenenate con mi perfume de artificios y frenesís?.

   Algún día...
   Algún día, sin esperas ni peticiones. Algún día en un camino ya conocido, estudiado, subsistentemente hecho mío en mis sueños repetitivamente anhelados de ser soñados y vividos.

   Una espera sin espera. Una lucha sin armas blancas, ni rosadas, ni grisáceas; una lucha con su y con  mi.

   Tú...confúndeme como tú quieras. Pon a prueba mis sentidos y mi capacidad de dormirme en tus brazos. Tu bésame a diario con tu ausencia empática, y hasme el amor con tu incapacidad de pasionalizarme hoy, de bañarme con artilugios y delirios venideros de tus rasgos tan marcados y finos.


   Ríámonos de la gente estúpida hasta que te vuelvas estúpido por mi. Ilusióname como ni él pudo hacerlo,  creáme un beat en la mente para poder cabecear mientras te pienso y te observo a lo lejos... de la mano de ella, bebiendo el cáliz de otra amante que tienes, de otra y otra más... de tus asuntos inconclusos con el pasado y sus recuerdos; de mi amor inmortal por él y sus memorias clavadas en mis cimientos. Pero...¡ ni se te ocurra tocarme!. No hagas tan de destruirme mi sueño; sólo mantente ahí. Si, ahí... bien lejos de mis manos y mis besos con esquizofrenia que te tengo reservados.

   ¡No hay como un buen viño añejo!.

   Toma similitud con un amor en conserva, un amor paciente y creado a tus medidas; falto de cama y condones. Abarrotado de inteligencia y suspicacia; de besos de gramínea encarcelados. Déjame adorarte y odiarte en silencio. Mírame con sigilo si nos han sorprendido, procura prudencia cuando no estés conmigo; dame blindaje para seguir presionando teclas y entonarlas entorno a tu desapacible existencia. ¡Cuánto odio tu adorable presencia estoica y ausentemente presente en este esquema!.

  No necesito más que tu indeferencia preocupada, tu ventana fría y el rincón de "de vez en cuando...". No mojarás mis sabanas, ni yo las tuyas. No me atreveré jamás a tentarte a nada. Tú...sólo prende tu cigarro y acércame el cenicero. Esta noche la escribo yo sin ningún verso, ni poesía extraña. Así... tan explícitamente como tus facciones extrañas, como tu humor sarcástico, y mi ironía franca.




                   ... hechos de un amor platónico, me han contado.



















.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario