miércoles, 3 de marzo de 2010

La Sole.

Le miré de frente y le lloré en su cara.

Le veo a diario y lucho con sus armas.

Una debilidad debida y bebida acompañada.

Sabe muy bien que me duele y me da de cachetadas.



Antecede y procede sin que acabe la corniza.

Gira y camina recto como un reo y su prisa.

Risa y humillación no deja de regalarme.

La maldita sólo logra siempre intimidarme.



Camino firme, sé que pasará algún día.

Es el único miedo que conservo todavía.

Creo que el Nico me lo dijo cuando aún me quería,

yo no asumí ipsofacto,hasta que ví que perdía.



Tranquilidad respiro hasta que siento que me ahogo,

sufrí de asma cuando pergenia y aún me queda un poco.

De paciencia no fuí amiga, y no creo que lo haga.

La Sole siempre que puede me lo refriega en la cara.



La odio tanto casi como a mi padre.

A veces lo perdono, se me quita al instante.

Infragante me pilla cuando vivo lúcida y amable,

en algún momento saldrá mi carácter indomable...



...Y es por eso que aún sigo solo de ella amante.

Es el único lesbianismo que me obliga a etiquetarle.

Yo la he echado muchas veces,¡hasta me obligué a amarle!

Pero, espanta a mis amados; y me une a su carne.







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