Y sentí que moría, justo en el punto en que realmente nací. Lloré, y caí; como comenzando de nuevo... De nuevo en brazos, logré caminar... Y estoy aquí, aprendiendo a escribir, y a hablar... a hablarles.
jueves, 29 de julio de 2010
El buen samaritano.
Yo tuve un hombre tan bueno, tan bueno... que hasta mi amiga se fijó en él.
Y como él es tan bueno, tan bueno... no le pudo, si no complacer.
:O
ResponderBorrar