lunes, 26 de julio de 2010

Dos más al exilio.

He caído en un domingo de verdades a quemarropa.

Las mentiras me han engañado, pero las realidades también se le han anclado.
Justifiqué, en prosas, actos injustificables y, además, me fié en vano.
Piel con piel; odio las inconsecuencias...me envuelven inequívocos en períodos de hiel.
Jamás he actuado movida por seducciones de insomnios perezosos, una mente cautivadora siempre es bien recibida en mis lares y complejos. Y, me he llegado a sentir mucho más a gusto cuando me lo hacen valer y sentir recíproco, más aún si el vino es añejo.

Anoche pude haber tocado cima sólo con altura de mira en mentes vivas de colinas clandestinas; mas el letargo del día consumió todo indicio de bruja que me otorgué en la velada embarcada. Me dió la razón, me traicioné a mi misma; y no moví un dedo de puro pensante y desfasada al sentir esta pena huérfana.


A la palestra salieron todas mis emociones para ver si me rompían el escudo. y me dañaban un poquito el ego y la confianza. Lo consiguieron, ciertamente.

Sé de asesinar rencores y suicidar cariños; pero estoy en proceso de aprendizaje forzoso con las culpas en forma de barrotes y la idealización crépita del zombie llamado ideal para mi estancia en vida. El mismo estupefacto que mueve el romero resiliente cuando entro en el camino de su leal pozo de otoño secando mentiras y máscaras por desdén ( que les dén... de su mismo vaivén sobre el tren).

La culpa es mía; por creer que aún hay gente que siente y respeta códigos de manantiales, como uno y mis hermandades. No hay tiempos pacientes, ni cuentos que no cuenten, ni pretextos perfectos para justificar esas faltas de ojos secos entre la niebla y el frío de Julio. La soledad siempre me aprisiona en sus brazos y me saca los lagrimones de impotencia pervertida por cariño confiado.


Jamás podrán mirarse al mirarme.

¡Aquí no hay cabida a simulacros!. Blanco o negro. ¿Amigas o te me borras?, ¿me quieres o me odias?.

El camino me lo sé de memoria, pero no dejo de quedar perpleja. Tanta sombra vestida de luz podría dejarme ciega y menos cuerda; cada palabra de aliento; de consuelo y abrazos amenos me premian estas desesperanzadas desiluciones amantes del fracaso y amigas de la intriga.

Y es que entre mi fuego y tu ceniza; no hay comparación para quitarle prisa a la divisa que te lleva el rostro falso, sin sonrisa.

Vé allí, donde te consuela el desconsuelo; donde te quieren por no querer más, y por no beber indecentemente  menos.  Toma la mano de la cara misma del canalla vicio, y refúgiate en querer ser el ser más depresivo de los vivos llenando tus líos con botellas sin ríos (así, es como te estancas en el frío); "que el olvido te olvide y la angustia se ría en tu cara"( recuerda que aquel dolor no falla...).


Yo no vine a enseñarte a ser persona, pues asi de inconciente sólo aumentas el número de gente mal viviente y bebiente. Es difícil para mi dar mejores adioses que bienvenidas, pero cortar por lo sano siempre es la mejor de mis partidas y vencidas. Suelo confundir la lluvia con el llanto, la verdad es que ninguno de los dos me agrada tanto.

¿Te hago un trueque?:  Tu te llevas al hombre que yo quise y yo me quedo con tu ausencia, ¿te parece?.
¿Te hago un trato?: Tu te llevas tu victima pena de novia y yo con mi conciencia tranquila me caso.
¿Te permuto... cada una de mis vagas ideas filosóficas por todos los besos que jamás existirán?.

Juguemos con las probabilidades: de tu enigma me das un poco, y yo te lo cambio por mis nulos azares.

Yo también vine a confesar que hasta aquí he vivido:

-Una amiga no fué tan  mi amiga como yo de ella (se me cayó otra estrella).
-Tuve una amiga que no quise que lo fuera, y ella apresuró en confirmarme (y de hartarme...).
-Casi me enamoro de un desenamorado del amor (La cantina lo violó).
-Siento culpa de algo que no hice, pero que parece que si (tuve risa y me arrepentí).
-Di techo a quién lloró en mi pecho, y hoy calcula sus despechos (Aún me extraña el hecho...).





Si, existo. A veces vuelo entre imprevisto, pero juro que he visto fariseos quitarse el difraz de cristos.


Lástima es lo que ahora menos siento, la estima es con lo primero que no miento.

Te gusta volar ...libre, libre... ¿...Cómo el viento? .

Al exilio, entonces. Por acá, más contentos.

2 comentarios:

  1. Jamás podrán mirarse al mirarme.*
    (recuerdalo)

    creo que sabes lo que pienso*
    Al exilio, entonces. Por acá, más contentos.
    (pues que se mueran)

    es bueno tener nuestros propios velorios y
    adorar nuestros dioces para que nos protejan de los malos espiritus*

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  2. Eres el mejor encuentro que he tenido.

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