sábado, 19 de junio de 2010

No lo es, tampoco.

Hasta que me convenza...
que no te debo querer, ni pensar;

que no debo morir en tus brazos, ni en tu mar;
que no debo esperar de ti más besos de esos;
que no debes enamorarme, ni amarme.

Hasta que entienda...
que no son tus ojos los que me miman,
ni tus palabras las que me incitan,
que no son tus manos las que me extasian,
ni es tu compañía la tan necesaria...

Hasta que me convenza...
que el difraz de amistad no le queda a dos amantes,
ni a tus labios, ni a tu cuerpo entrante...
ni a tus sueños, ni a los mios unidos;

ni a abrazarnos en el mismo nido...

No hay promesas que cumplir...
ninguno ganará al fingir.
Sin sentir más que vivir.

La misma cálida morada sin fín...
tú terminarás por sonreir y huir...



Me convenceré...










.-

No hay comentarios.:

Publicar un comentario