miércoles, 16 de junio de 2010

Se difuminó...

La única verdad que he tenido...
La única realidad de la que he bebido, hasta extasiarme de su lívido, de su nido, de su abrigo en noches de suicidio...

Lo único que me no me ha sido incierto, en lo que confíe ciegamente... por lo que mas luché en mi vida... donde fuí más real y especialista...

Mi único gran motivo de vida en un momento... ya extinguido....


Donde sus ojos han sido el único espejo que hizo un reflejo real de mi ser, no me he visto nunca tan certeramente como en esos ojos de aceituna... cuando esos brazos eran la paz infinita , el refugio perfecto de la tercera guerra mundia, la seguridad más verídica de que alguien me amó.

El único ser que he sentido que en verdad me amó... por el único que me quedé cuando me pidió que lo hiciera... y al que dejé cuando dolió tanto ver como existía sexo en vez de hacer el amor...

Nadie llegó jamás nunca ahí...nadie llegará...

Fundidos en una sola piel... la hiel no me tocó ninguna pestaña bajo su cuidado. Su protección me aseguraba la vida eterna en las mejores condiciones de super vivencia...

Cada despertar era el más bendito de mis días, cada dormir en sus brazos me hacía sentir cuan válido era seguir con vida ...con nuestras vidas.


Me faltaron palabras para decirle cuanto le amaba, cuanto era para mi y mi existencia... y aún, ahora recién vuelvo a sentir, que me faltan lágrimas por llorarle...

Y es que se esfumó como alcohol en caldera... se deformó como en la fotografía hasta ser irreconocible...

Se llevó mi plenitud, mi capacidad de amar... de creer en el amor... Se llevó mis ganas de dar vida a Amira Fernanda...

Se llevó mi esencia misma... y me causó la duda sobre mi propia identidad, sobre mi propio destino...mis próximos caminos... sobre mi existencia misma... y si es que debía o no seguir.

Me hice agua... agua de lágrimas... me deshice por llorarle y orar por su regreso...

Nunca nadie me conoció tanto...ni yo misma llegué a conocerme así... ni yo misma me amé como me amó... ni como le amé. Me tomó y me levantó en el momento más triste y débil de mi vida, me sostuvo... fué el culpable de cada sonrisa, de cada alegría ,de cada fuerza que renació de las cenizas...tanta sangre que se llevó el río, yo fuí a ofrecer mi corazón...


Y siento más que nunca en ese juramento que acabo de leer, que soy capaz de cumplir mis palabras:
-yo le juré amarlo por siempre
-yo le juré que sería el último hombre en mi vida
-yo le juré que primero velaría por su felicidad...


¡Puta que lloré! ¡Puta que luché! ¡Puta que sufrí!... pero, estuve viva...de principio a fín,y lo sentí.

Yo me morí de amor.

Y si bien volví a renacer nuevamente, como dice la Negra cuando me trata de "Fenix", jamás volví a ser la misma... jamás volví a tener un sueño tan firme, una relidad tan cierta, un despertar tan ameno, y esas mismas ganas de vivir...


No hubo sinigual, no hay sigual...no lo habrá.

El amor se vive una vez, sólo una vez es tan puro y cierto... sólo una vez en la vida... hace que vivir valga la pena.




Si un día me faltas no seré nada
y al mismo tiempo lo seré todo
porque en tus ojos están mis alas
y está la orilla donde me ahogo,
porque en tus ojos están mis alas
y está la orilla donde me ahogo.







Me envolé.... :/ ... me desahogué.

¡Encontré el contrato! ...No sé si algún día lo quiera cobrar...

Ana Behibak, Habibe (Nunca más volví a hablar en árabe...)


"Así son las cosas: libres nacen, libres deberían acabar..."



Yo algún día viví por amor, hoy...vivo por mi.


































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