Sueños...

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Toqué tus finos labios con mi índice con miedo,



me reflejé en tus ojos con un frágil deseo,


intenté cerrar los míos para borrar el credo.


Sabía que pecaría y no arruinaría mis cielos.










Estabas tan arriba, pero bajarte no sería eterno,


me abrazaste y tu pelo se encontró con mi pecho.


Supe que detenerme era lo más insano,


sano para tu alma, pero no para mis manos.






Me giro, y al dormirme sueño con tu torso protector,


sé que te tengo al lado, tan al lado en el colchón.


Siento como te aproximas con esa próxima caricia,


la míscera cercanía me haría besarte de prisa.






Vuelves a hablarme y a pedirme que me quede,


aunque te diga que no; creo que tu no me crees.


Quieres y bebes, de mi lengua mis palabras.


Sólo con tu sarcasmo sacas espasmos en mi alma.






Calma el karma de mirarte como un arma,


tus negruras saben como derretirme en bandas.


¡Baja esa lívido, hombre, que desparramas!


Sólo con tu respiro evidencias tus mil ganas.






Desperté tan impávida como de un coma.


No entiendo cómo si me fundí de su aroma.


Asoma,aún,la inquietud de tus abrazos,


aunque un gigante te hagas, eres sólo un niño razo.







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