domingo, 10 de octubre de 2010

Corazón de papel, espinado por un clavel.

 

 

 

 

 

 

 

Camino sobre hojas de papel.

Mi cabellera abrasa la hiel de mi piel.

El riel del destino me es el único fiel.

Sin ayer mis ojos de miel,

infiel a un futuro a granel.

Aquel parabien en el que osé por él,

bajó su decibel hasta el último nivel.

 

 Mi traba en un cuartel,

sus rimas arambel en son de gel,

mi alma de nuevo en carrusel

de emociones por su aguamiel.

 

Me subió hasta su torre de Babel,

y luego corrió de vuelta a su mujer.

 Pues bien, carriel de hiel.

Me advirtió un clavel

clavado en mi sien,

corriendo sin mi cascabel;

caí en manos de un cincel:

Tatué y yo misma borré

cada marca hidromiel

de su intrínseco infiel;

de su burdel fiel;

y sus palabras en plantel,

sacó en crear ilusiones el nobel.

Pastel de torta sin miel,

gusto a fotografía sin pixel,

pincel de plumas y retel.

A amores y coctel de ayer, 

me empujó el vergel;

respiré y en la piel

le sentí de nuevo a aquél.


Miré el cielo y su cartel:

"Mariam, nunca más tan fiel".

No hay "él",no hay miel, sólo jurel.





















Efrit.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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