viernes, 29 de abril de 2011

Si mis ojos hablaran...

Opino, pregunto, indago, corrijo, y pido disculpas si lo ignoro...luego, averiguo.
(También me disculpo, si es que hago muchas preguntas en mitosis...que es lo más común, por lo demás).

Reclamo y extrapolo mis desiluciones.

 Yo voto. De otra forma, ¿cómo reclamo después?.

Ser ciudadanos es el derecho que tenemos para mejorar donde  y cómo vivimos.
Claro, si es que nos damos el derecho de  ocuparlo... de bien ocuparlo, digo (no, no soy del diez o más por ciento de los arrepentidos en éste país hoy).

La caza está prohibida, no así la pesca.
¡Otra más de las inconsecuencias!. (En algunos lados y tiempos se ha matado, y nadie lo ha juzgado cómo se juzga 'normalmente').

Como animales de costumbre, deberíamos acostumbrarnos a pensar a diario; a tener en nuestro poder la facultad intrínseca de decir "ésto no lo haré".

La evolución supone un crecimiento compartido; no escudar en la culpa misma, el temor a ésto.
No tiene sentido caer en la simbiosis destructiva, cuando podemos conseguir un crecimiento recíproco (no hablo de igualdad, sólo de mejoría... menos es más, siempre se puede).

Doma tu ego hasta hacerlo invisible.
Nada nos vuelve más tolerante a la ruidosa fiesta del vecino, que estar ahí en medio.


"No es aquí no huele a mierda, es aquí la nariz se acostumbra", como dijo  Matiah.


Si los ves tan grandes, es sólo porque estás de rodillas en este momento.
Para mi, nada es imposible.  El espacio es tuyo porque es la prolongación de tus metas y deseos; sé libre de fronteras, la única patria que has de reconocer son tus  mismas zapatillas...pero, con ellas puedes hacer mucho.

Vela*








Mariam.



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